Hoy os proponemos la visita a la ermita de Sant Llorenç, también conocida como la ermita de la Font Santa. La ermita de Sant Llorenç se encuentra en las proximidades del faro de Cullera, junto a la CV-503.  Se trata de una de las ermitas más antiguas de Cullera, ya que la misma fue construida en el siglo XVI. Por sus características, la ermita debía tener una funcionalidad defensiva que se puede apreciar en las aspilleras que hay en los laterales de la entrada. La ermita de Sant Llorenç o ermita de San Lorenzo  forma un conjunto constituido por la propia ermita y la casa del ermitaño. 

Edificación

El conjunto arquitectónico fue rehabilitado a comienzos del siglo XXI, circunstancia que permite apreciar la obra de mampostería encalada con sillares de piedra en sus  laterales con un tejado de tejas a dos vertientes. 

En uno de los laterales de la ermita nos encontramos el pozo que da nombre también a la ermita como la Font Santa. En el otro lateral se aprecia la casa del ermitaño que estaba conectada por el interior con la ermita y a la vez, una chimenea presente en el tejado.

Otro de los puntos de interés es el interior de la ermita donde se puede contemplar uno de los pocos retablos barrocos del siglo XVII con columnas de estilo churrigueresco.

También, hay que reseñar la relación de la ermita con la figura de San Vicente Martir. Un párroco de Cullera, llamado José Generoso Ríos Tortajada, relaciona  la ermita de la Font Santa con el hallazgo del cadáver  de San Vicente Martir.

Otras construcciones

En el mismo entorno y separados por unos escasos veinte metros, nos encontramos con otra construcción. Se trata del Cuartel de Carabineros, que data de 1891 y que fue construido por la ocupación que realizaban los carabineros de la ermita, tal y como refleja la documentación del archivo histórico de Cullera de 1873.  Desafortunadamente, el cuartel de Carabineros no ofrece la posibilidad de ser visitado y su aspecto exterior no llama la atención tanto como la ermita.

Festividad de San Lorenzo

Uno de los días clave del entorno es el 10 de Agosto, festividad de San Lorenzo. Se trata del día donde los vecinos del Mareny de San Llorenç celebran su patrón y rinden homenaje mediante una misa en la ermita del mismo nombre.

El entorno

La ermita de Sant Llorenç da nombre a todo el entorno desde la bassa de Sant Llorenç hasta el cercano núcleo rural del Mareny de Sant Llorenç. El estilo renacentista de la ermita y su función defensiva debía de servir tanto frente a los ataques sufridos por la costa, como ante los efectos de inundación de la propia balsa y sus ramales, ya que ocupa una pequeña elevación.

Todo el entorno de la ermita y la bassa de Sant Llorenç forman parte del parque natural de l’Albufera.  Su importancia medioambiental reside en ser un humedal mediterráneo con un ecosistema propio de especies acuáticas y además servir de paso para la migración de las diferentes aves. Todo el entorno de la ermita tiene esa mezcla entre el humedal de la bassa y espacios agrícolas con  presencia de naranjales y huertos.

Cómo llegar a la ermita de Sant Llorenç

La ubicación de la ermita junto a la carretera CV-503 hacía el Faro de Cullera permite un acceso muy sencillo tanto en vehículo motorizado como en bicicleta. El carril bici que hay junto a la CV-503 proporciona  un desplazamiento seguro y sencillo. Sí vamos a pie podemos realizar el recorrido por el paseo lateral y el carril bici que facilita la comunicación del faro con la ermita por la carretera CV-503.

Otra opción a la hora de llegar a la ermita es utilizar el camino a la ermita de Sant Llorenç desde la zona de el Dosel.

Desde la playa y a escasos metros del restaurante de La Mar Salá, parte el camino de la ermita. A través de ese camino, abandonamos el espacio de playa y el cordón dunar  para ir serpenteando entre villas residenciales, campos de naranjos y huertos hasta llegar al entorno de la ermita.

Se trata de un camino muy sencillo de apenas 1,5 kilómetros que nos permite apreciar ese cambio entre la zona del litoral de costa y el interior próximo a la laguna.