Diversos medios de comunicación han difundido la noticia sobre la instalación en el mirador del Faro de una escultura en homenaje de la resistencia y los valores democráticos. La obra que encontramos en el mirador representa dos manos que transmiten el dolor ante los bombardeos sufridos por Cullera durante la guerra civil.
Sobre la escultura
La obra escultórica ha sido realizada por el artista Jesús Martín “Chule” y se trata de una instalación con una altura de 2,5 metros, realizada en acero y de estilo cubista. Su ubicación en la colina frente al mar convierte a la escultura en un icono fotográfico, muy apropiado para las publicaciones en redes sociales.
La ubicación de la obra en el mirador del Faro responde al proyecto que tiene encaminado el ayuntamiento de Cullera para la recuperación del antiguo refugio de la batería de costa de la guerra civil. El objetivo del ayuntamiento es la musealización del refugio que se encuentra en la base de la colina para que se valore el entorno y el papel asignado en la defensa de la costa valenciana. Si llegados a este punto desconoces el impacto de la guerra civil, recomendamos nuestras publicaciones sobre la Guerra Civil en el Faro de Cullera y el puesto de mando de observación.
Iniciativas culturales
Es de agradecer que las autoridades publicas inicien proyectos culturales que ayuden a la recuperación de nuestro patrimonio histórico y sirvan para tener una memoria sobre lo acontecido en nuestro territorio. También, parece claro que el ayuntamiento quiere crear un entorno entre el mirador y el refugio que se encuentre ambientado en la guerra civil.
Por tanto, valoramos la iniciativa museística; pero existen errores que olvidan joyas patrimoniales, así como incorrecciones que pueden confundir a los visitantes.
Una ubicación inadecuada
Y llegados a este punto ¿Qué representa la escultura de las manos? Según la nota de prensa difundida por el ayuntamiento de Cullera,” las manos son una representación del pueblo de Cullera, que pretenden frenar los ataques aéreos sufridos por la ciudad de Cullera durante la guerra española de 1936-39”.
Sí realizamos la visita al museo refugio antiaéreo de la guerra civil que se encuentra en el Mercado de Cullera, podemos conocer que la ciudad de Cullera “solo sufrió un bombardeo y fue en el entorno de la estación de ferrocarril”. Como consecuencia, se construyeron diferentes refugios en el núcleo urbano para proteger a la población de los ataques aéreos. Por tanto, nunca fue bombardeada la colina del mirador del Faro durante la guerra civil.
En efecto, es muy comprensible el miedo ante los ataques aéreos y la construcción de los refugios así lo refleja. Al ser así, ¿no es más lógico instalar la escultura donde estaba dicho temor?. Entonces, resulta más correcto ubicarla en los jardines del mercado, en las proximidades de la estación o donde estaban los otros refugios antiaéreos como un recordatorio de lo acontecido.
Era lo más coherente históricamente hablando pero, en estos tiempos donde el “postureo” de Instagram se encuentra tan extendido, parece más llamativo ubicar la escultura en una colina frente al mar.
El olvido de la Torre Vigía
Resulta lamentable el olvido de la memoria histórica sobre la guerra civil pero, resulta más penoso olvidarse de la torre vigía del siglo XVI. Si desconoces su historia, recomendamos la lectura de nuestra publicación sobre la Torre del Cabo de Cullera.
La Torre vigía formaba parte del sistema de torres de defensa configurado en los tiempos de Felipe II para la defensa de la costa Valenciana. La torre del cabo de Cullera formaba parte del sistema y se encontraba entre la Torre del Marenyet en la desembocadura del Xúquer al sur y la desaparecida Torre de la Gola de la Albufera al norte.
Torre del Cap de Cullera.
La torre ha estado presente en nuestro paisaje durante cuatro siglos. Su función defensiva fue sustituida por la de señalización de la costa hasta la construcción del Faro. Escritores, viajeros pintores y fotógrafos retratan la torre y destacan su simbolismo en el paisaje. Todo ello, hasta la llegada de la guerra civil….
Fue en esos días de locura y terror de la guerra civil cuando se llevó a término la destrucción de la torre vigía para construir una defensa de costas naval que protegiese ante el ataque de buques de guerra. Efectivamente, la destrucción del patrimonio histórico-cultural durante la guerra civil es muy amplia y existen referencias en los dos bandos. Ahora bien, el error cometido durante esas fechas no lo podemos respaldar.
En nuestra opinión, resulta adecuado subsanar esa tropelía ya que existen motivos suficientes para justificar la reconstrucción de la torre vigía.
Motivos para la reconstrucción de la Torre Vigía
Hay diversos motivos que nos llevan a solicitar la reconstrucción de la Torre Vigía y trasladar la escultura de las manos a otro ámbito de la ciudad de Cullera.
Desde el punto de vista histórico, hace menos de 100 años que fue destruida la torre. Por tanto, se trata de una pérdida reciente con referencias de todo tipo que nos ayudan en su reconstrucción. Hay referencias fotográficas, así como bibliográficas sobre sus características arquitectónicas que permiten recuperar esta obra monumental.
En definitiva, no se trata de un proyecto únicamente presente en el imaginario colectivo sino de una obra patrimonial con referencias precisas.
Bien patrimonial
La Torre del cabo forma parte de un conjunto de torres protegidas y declaradas bienes patrimoniales de la Comunidad Valenciana. Todas ellas, incluida la Torre del Marenyet, han sido rehabilitadas para asegurar su conservación. Es por ello licito y coherente promover la recuperación de la torre. Además, el ayuntamiento de Cullera ha realizado otras obras de rehabilitación del castillo y de sus torres de protección, lo cual consideramos correcto y coherente. Por tanto, siguiendo esa línea de actuación, creemos que también procede recuperar esta torre renacentista que pertenecía al entorno del Faro de Cullera.
La coherencia del entorno se mantiene con la reconstrucción de la torre, ya que la misma explicaría los procesos de defensa durante la época moderna, su permanencia en el tiempo y su labor de protección de la costa. De forma paralela, puede existir el refugio de la defensa de costa para explicar la guerra civil y ser ambas partes caras de una misma moneda: la defensa del territorio.
Mucho nos tememos que esta publicación pasará desapercibida, ya que resulta más sencillo poner una escultura en una colina que reconstruir una torre. Y por eso, quedará en el olvido la torre mientras los ciudadanos se hacen fotografías frente a unas manos delante de la costa para recordar unos bombardeos que nunca se produjeron en ese lugar y olvidar una joya patrimonial que estuvo 4 siglos en ese espacio.
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