Federico de Botella y de Hornos (1822-1899) fue un cartógrafo relevante que dio un impulso al conocimiento de la geografía de la península ibérica a través de un conjunto de publicaciones realizadas en el siglo XIX. En sus diferentes recorridos por España tuvo la opción de conocer diversos lugares que fueron inmortalizados desde un punto de vista técnico con el trazado de los perfiles de relieve. También, otros emplazamientos le llamaron la atención y fueron inmortalizados en dibujos y grabados. Uno de los sitios que le llamo la atención es la torre del Cap de Cullera.
La obra cartográfica de Federico de Botella
Dentro de la evolución del pensamiento científico español, podemos considerar a Federico de Botella como un hijo de la ilustración que encarnaba los valores del conocimiento y la importancia de ser difundidos en la población para lograr un avance social.
Federico de Botella nació en Alicante en 1822 pero, a corta edad su familia tuvo que emigrar a Paris ya que estaba ligada al pensamiento liberal circunstancia perseguida por el reinado conservador y proclive al antiguo régimen de Fernando VII. Dicha situación permitió que Federico de Botella accediese a una formación más ilustrada y científica como la francesa. Así, sus estudios en el Collège Royal de Bourbon y su especialización como ingeniero de minas en la Ecole Royal des Mines en Paris le permitió tener una base de estudios geológicos y cartográficos para ser aplicados en un espacio tan desconocido como era en ese momento la península ibérica.
Actualmente, podemos ver esta situación como extraña pero, el desconocimiento científico del territorio español en el siglo XIX era profundo. Dicha anomalía se empieza a transformar con las acciones de estos hijos de la ilustración ya que sus avances científicos permitirán conocer mejor el territorio español.

El interés por la geografía irrumpe con fuerza en el siglo XIX perfectamente relacionado con el deseo de conocer los paisajes y sus diferentes elementos geomorfológicos como un paso importante para lograr un desarrollo económico enlazado con la incipiente revolución industrial. Por otra parte, las cordilleras, montañas, colinas y acantilados son elementos ligados al romanticismo que es el movimiento artístico que forma parte de este siglo. Todo este coctel de conocimientos e influencias se encuentran en Federico de Botella cuando vuelve a España en 1845.
En su vuelta a España fue director de diferentes minas de carbón gracias a su formación como ingeniero de minas. Todos sus conocimientos científicos son canalizados en la investigación con la realización de La descripción geológica-minera de las provincias de Murcia y Albacete donde confluye la información geográfica, geológica y minera tomando como referencia la obra de su maestro Elie de Beaumont.
Es en el año 1875 cuando publica el Mapa de las aguas minerales y termales de España y Portugal. En 1876 lleva a término el Mapa Geológico de España a escala 1:2.000.000 acompañado de una explicación del mismo. En 1879, Federico de Botella realiza su obra magna el Mapa Hipsométrico de España al que dedica veinte años en su confección. Una obra que coincide en el tiempo con la desarrollada por Rafael Pardo de Figueroa para el conocimiento de las costas españolas. Recordemos que Rafael Pardo de Figueroa es el autor del plano de la rada de Cullera de 1879.
La excelencia de sus trabajos llevo a Federico de Botella a ser académico de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales junto a la obtención de diversos premios y medallas por su labor científica.
Dentro de su biografía llaman la atención dos hechos. Por una parte, tras unas inundaciones acontecidas en Murcia en 1879 se encargo de publicar un trabajo pionero y modélico sobre riesgos, inundaciones y sequias. Un estudio novedoso que avanza la necesidad de contar con un análisis territorial que prevenga de las situaciones ambientales de riesgo que se producen en la cuenca mediterránea.
Otro de los hechos llamativos de su biografía es el empeño de extender el conocimiento científico entre la sociedad. Así, al final de sus días intentaba conseguir que el ministerio de Fomento difundiese en cada una de las escuelas infantiles de España un ejemplar de su mapa para que los niños fuesen conocedores de la geografía del país. Para lograrlo cede los derechos de su mapa al estado y de forma concreta al Museo de Ciencias Naturales. Lamentablemente su empeño no consigue el resultado que esperaba de conseguir que todas las escuelas de España tuviesen el Mapa Hipsométrico.
La Torre del Cap de Cullera
En el Archivo Histórico Nacional se conserva el legado de dibujos, fotografías y grabados realizados por Federico de Botella. Debido a su trabajo y su interés por conocer la geografía de España, visita diferentes lugares donde toma referencias del entorno. Sierras, cordilleras y montañas son retratadas para entender su morfología y su comportamiento territorial.
El interés de Federico de Botella no se circunscribe a los elementos geomorfológicos. Hay dibujos detallados de puentes, catedrales, puertos y presas junto a fotografías que retratan costumbres sociales de los diferentes lugares de España que recorre.
Dentro del conjunto de dibujos hay uno que llama la atención sobre todo por que tiene más de mirada arquitectónica que geográfica. Se trata de un dibujo de la Torre del Cap de Cullera. Debió de llamar la atención esta construcción a Federico de Botella para trasladar de forma minuciosa su fisonomía. Dibuja con detalle sus peldaños de acceso, aspilleras y la almena que corona a la torre. Todo ello acompañado de su presencia robusta frente al mar sobre la colina del cabo.
Sí comparamos el dibujo de Federico de Botella con algunas de las pocas fotografías que se dispone de la Torre del Cap podemos darnos cuenta del interés que tuvo por esta construcción. Los detalles de la base circular, las aspilleras del inicio de la torre y unas almenas medio derruidas por el paso del tiempo se aprecian tanto en el dibujo como en la fotografía.
Bibliografía
Para conocer la biografía de Federico de Botella y de Hornos de forma resumida, recomendamos el texto de la Real Academia de la Historia dedicado a su figura.
Sí hay un interés en descubrir en mayor profundidad su vida y obra, recomendamos la obra de Gérard Chastagnaret «Una vida por el Estado: Federico Botella y de Hornos, ingeniero de minas (1823-1899)» editada por las publicaciones del instituto geológico y minero de España. Serie Cuadernos del museo Geominero nº 32.
Para consultar los grabados e imágenes de Federico de Botella y de Hornos se debe acceder al Archivo Histórico Nacional para consultar toda la obra almacenada de grabados, fotografías, publicaciones y dibujos.
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