Verbenas, fiestas de disfraces, carreras populares, concursos de castillos de arena,.. no hay localidad costera que no tenga unas fiestas de verano que por algún motivo, sea religioso o social, sirvan para la celebración de nuestra existencia.

Asunto diferente ocurre en las zonas residenciales turísticas alejadas de los núcleos urbanos y con una población estacional que se concentra únicamente durante los meses de verano. Distantes del calendario festivo local, así como de sus tradiciones, pero con la necesidad de celebrar la vida, estas zonas residenciales han desarrollado sus propias festividades, las llamadas fiestas de verano. Unas celebraciones desarrolladas por los propios residentes que en algunos casos se han mantenido en el tiempo y en otros, han desaparecido para quedar únicamente como un recuerdo entrañable. Esas fiestas de verano se han realizado en diferentes años del siglo XX en la zona del Faro de Cullera.

Surge esta publicación a partir de unos recuerdos compartidos con está página web a través de WhatsApp. A continuación, solicitamos fotografías y testimonios desde nuestra cuenta de Instagram ya que vimos la oportunidad de escribir sobre esta temática. Al tratarse de fiestas que eran organizadas por los propios residentes no hay referencias escritas ni tampoco archivos que permitan disponer de una información más precisa. Todo se basa en fotografías y testimonios orales sobre esos momentos vividos.

Por eso, animamos a toda persona que quiera ampliar la información o que nos quiera facilitar fotografías que se ponga en contacto a través de nuestro formulario de correo.

Fiestas de verano de 1975

Gracias a un programa de fiestas que se conserva impreso, podemos conocer las actividades festivas que se hicieron durante ese verano. Las fiestas de verano de 1975 constaban de una comisión de festejos y su correspondiente reina de las fiestas junto a sus damas de honor. También, había una reina de las fiestas infantil acompañada de sus correspondientes “damitas”, tal y como dice el programa.

En la comisión de jóvenes colaboradores del año 1975 aparecen apellidos de familias presentes en la zona residencial del caserío. Es el caso de los Mañó, Medina, Visiedo, Azulay, Esteban,Soto, Bertomeu o Soler.

Resulta muy interesante el programa de festejos, ya que desde la visión actual algunos de ellos pueden parecer incluso arriesgados y otros propios de una época donde no se valoraban de igual manera determinadas acciones. Hay concursos infantiles de buceo patrocinados por Cervezas El Águila y Coca-Cola donde los los niños entre los 8 y los 12 años deben de sacar del agua las botellas de cristal esparcidas en zonas cercanas a la orilla. Otra actividad es un concurso de pesca deportiva en las dos modalidades de tierra y en embarcación. También, una travesía a nado desde el Hotel Sicania hasta la playa de l’Illa. Son actividades que resultan difíciles de realizarse desde la visión de nuestro momento actual.

La mayoría del resto de festejos son propios de un conjunto de veraneantes que buscan el esparcimiento de niños, jóvenes y mayores por medio de diferentes actividades lúdicas. Concursos de disfraces, carreras de bicicletas, campeonatos de truc, dominó, petanca y sobre todo, cenas y verbenas. Unas verbenas amenizadas por conjuntos musicales y que se celebraban en la plaza del doctor Fleming que se convertirá en el epicentro de los actos nocturnos, tanto en los años 70 como en los 80.

Resulta muy curioso leer las empresas patrocinadoras de los festejos. Aparecen establecimientos como: Ultramarinos Neptuno (actual Bahía Azul), Ultramarinos San Blas, Restaurante Los Olivos, Restaurante Triton (desaparecido), Restaurante Panorama (actual Poeta del Faro), Restaurante Mar y Sol (desaparecido), Restaurante l’Illa (actual El Coloso), Bar Rompeolas (actual Vela Rosa) Bar Sim Plis (desaparecido), Casa Borrasca, Merendero Benavent, Pulpo Club (actual El Timón), Marisquero Túnel, Hotel Sicania, Super Mar y Sol (desaparecido), Hostal El Chalet, Panadería Colomer (desaparecido), Librería Penya (desaparecido), Establecimiento Blas (desaparecido), y Monravaletes (desaparecido).

¿Hay continuidad de estas fiestas en los siguientes años? No hay una referencia clara que nos indique que todos los años se repitan los festejos de verano. Sí que aparecen actividades como concursos de castillos de arena promovidos por algún establecimiento o marca. También algunos residentes seguían manteniendo campeonatos de dominó y truc, así como las cenas de hermandad propias del verano.

Fiestas de verano de los años 80

Las actividades festivas desarrolladas por los veraneantes continuaron a principios de los años 80 del siglo XX. Una de ellas eran los campeonatos de dominó que se realizaban en el antiguo bar Rompeolas. Nos queda el testimonio de una estupenda crónica escrita por Rodolfo Bada donde narra el IV campeonato y la cena de celebración de la competición del año 1982.

Un escrito donde destaca la participación de veraneantes como Calvet, Febrer, Cidoncha, Martín, Aragó, Rodrigo, Pastor o Prósper en dicho campeonato. Rodolfo Bada remarca la importancia de esta actividad como un evento que sirve para la unión como pueblo de estos veraneantes. Llama la atención que en la cena, los asistentes cantaron un himno al Faro de Cullera, del que no tenemos constancia. Sí que se conservan unos poemas creados por Rodolfo Bada para ensalzar la zona del Faro de Cullera:

Para quienes quieran conocer con mas detalle la crónica del campeonato de dominó. se puede consultar aquí en un documento PDF.

Indican testimonios orales que hacia principios de los años 80 la pedanía del Faro estaba sufriendo constantes interrupciones en el suministro de agua, las cuales dieron lugar a una serie de protestas vecinales que culminaron con el corte de la carretera con Cullera. La sensación de abandono de los residentes de la pedanía llevó a la creación de una asociación de vecinos para canalizar sus peticiones de mejora de los servicios ante el ayuntamiento de Cullera.

La mejora de los servicios de infraestructura básica como agua y electricidad fue realizada por el ayuntamiento, así como la concesión de un presupuesto para la celebración de festejos para los veraneantes de la pedanía.

Fruto de todo ello será la celebración de verbenas, concursos de castillos de arena, competiciones infantiles y fiestas de disfraces.

Son concursos donde jóvenes y mayores participan creando disfraces imaginativos. Tanto de forma individual como en grupos, los veraneantes de la pedanía tienen un aliciente festivo durante los años 1983, 1984, 1985, 1986 y 1987.

Todas estas fiestas, campeonatos y celebraciones ayudaron en la cohesión de los residentes veraneantes y en el fortalecimiento de amistades, superando las diferencias de edad y la distancia entre los lugares de residencia habitual. Se trata de algo importante, ya que estas zonas de residencia turística tienen el problema de la falta de una habitabilidad continuada que propicie una mayor cohesión de sus residentes.

El propio desarrollo de la fiesta llevo a los veraneantes a la creación de una falla en el verano de 1987. Crear una falla para los veraneantes no residentes en la Comunidad Valenciana fue todo un aliciente para descubrir esta fiesta tan propia de los valencianos.

Actualmente, no hay fiestas de verano en la pedanía del faro de Cullera. Sí que se producen reuniones, cenas y fiestas de los residentes de algunos edificios y urbanizaciones para fomentar la amistad y sobre todo, para celebrar la vida misma.

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