Miquel Tarradell y Cullera

Paseando por la zona del istmo que une la antigua isla de los Pensamientos con la costa del Faro de Cullera nos encontramos una calle dedicada al Doctor Tarradell. En la placa realizada en piedra aparece su nombre junto a una imagen de un resto arqueológico de una antigua columna. Antes de glosar su figura, es de agradecer que Miquel Tarradell tenga una calle dedicada y sobre todo, una vía en esta zona del Faro de Cullera. Siendo además dicha calle paralela a otra dedicada a otro personaje histórico que también tuvo mucha relación con nuestro entorno como fue el Marqués de la Romana.

Una de las preguntas que nos puede surgir es ¿Quién es Miquel Tarradell y por qué tiene una calle dedicada en este lugar?

Miquel Tarradell (1920-1995) nacido en Barcelona, se había doctorado en Filosofía y Letras por la Universidad de la ciudad condal. En 1948 fue uno de los fundadores de la revista Ariel que promovía el conocimiento de la cultura catalana. Después de estar en contacto con las investigaciones arqueológicas en Granada, se inicia en el conocimiento de la cultura púnica y romana en la zona del protectorado español en Marruecos durante los primeros años 50 del siglo XX. Durante esos años y siendo director del museo de Tetuán profundiza en el conocimiento de la Mauritania Tingitana y en la antigua ciudad romana de Lixus.

En 1955 se inicia una nueva etapa en su vida al ganar la Cátedra de Arqueología, Epigrafía y Numismática de la Facultad de Filosofía y Letras de Valencia. En este período, Miquel Tarradell combinará la docencia con la realización de una serie de excavaciones arqueológicas por el territorio de la Comunidad Valenciana. Su buena relación con el Servicio de Investigación Prehistórica (SIP) de la Diputación de Valencia y con sus responsables Domingo Fletcher y Enrique Pla serán claves para entender las investigaciones que se realizan.

El yacimiento de la punta de l’Illa

La figura del arqueólogo e historiador Miquel Tarradell, especializado en el mundo púnico, ibérico y romano, se encuentra relacionada en una época de su vida con Cullera.

Nos situamos hacía finales de la década de los 50 del siglo XX donde ya se inicia la construcción de los grandes bloques de apartamentos que transformarán la bahía de Cullera. La antigua isla de los Pensamientos ya llevaba cerca de 50 años unida a la costa por un istmo donde se ubicaban edificaciones de una planta dedicadas al uso residencial. Todo se encuentra a punto de ser transformado y uno de esos espacios es la antigua isla.

Es en 1957 cuaado se produce la primera colaboración entre Miquel Tarradell y el SIP de la Diputación de Valencia. El primer trabajo se encuentra relacionado con la primera excavación arqueológica que se realiza en el yacimiento conocido de la punta de l’Illa en la zona del Faro de Cullera. En dicha excavación, Enrique Pla y Miquel Tarradell encontrarán un pequeño bronce con una figura de Hércules que posteriormente fue datada entre los siglos I y II. Os recomendamos la lectura de una anterior publicación que dedicamos al yacimiento de la Punta de l’Illa donde analizábamos los restos encontrados y dónde se pueden visitar.

Se trata de una excavación que se debía realizar a un ritmo vertiginoso ya que el proyecto de construcción de un bloque de apartamentos amenazaba con destruir todos los restos existentes en ese entorno. La recopilación de materiales y restos junto a una exhaustiva documentación ha sido clave para conocer la importancia de este enclave para las investigaciones futuras sobre este antiguo monasterio y su relación con la civilización romana. Gracias al trabajo encomiable de estos investigadores el conocido como el yacimiento de la Punta de l’Illa es uno de los yacimientos más importantes del período tardo antiguo romano de la Comunidad Valenciana.

Simplemente viendo las fotografías tomadas durante la excavación por los arqueólogos, llama la atención los restos de los muros del antiguo monasterio. Es muy llamativa su altura, circunstancia que nos advierte de que se trataba de un edificio significativo e importante en todo el entorno.

Los trabajos de Miquel Tarradell no se circunscriben únicamente a Cullera. Durante sus años de estancia en nuestras tierras le debemos las excavaciones árabes y romanas en la plaza de la Reina en Valencia, Baños de la Reina y la factoría romana de la punta del Arenal en Xábia, Tossal de Manises (Alicante) o el poblado ibérico de la Serreta en Alcoi.

El carrer Doctor Tarradell

El 30 de diciembre de 1960, el ayuntamiento de Cullera establecía dedicar una calle a Miquel Tarradell. Fue el 22 de noviembre de 1961 cuando se celebra el acto para homenajear al arqueólogo que desempeñó un papel importante en la datación de los restos romanos existentes en la antigua isla de los Pensamientos.

En una carta dirigida a sus padres el 9 de enero de 1961, Miquel Tarradell explica los motivos por los que cree que le han dedicado esa calle:

La cosa [el reconeixement] s’arriba a entendre una mica perque establecia dedicar una què no sols deuen comptar-hi m’imagino les excavacions, sinó certes simpaties que tinc a València per coses que no són estrictament d’arqueologia i que començaren quan els discursos d’Ausiàs March.

La referencia a los discursos de Ausiàs March tiene que ver con la labor de dignificación de la lengua y el amor al país que irradiaba Miquel Tarradell a sus alumnos y conocidos. Son años de persecución política donde la dictadura existente no permitía ningún tipo de pensamiento diferente a la impuesta centralidad española. Durante este tiempo, Miquel Tarradell intenta impulsar mediante el diálogo y la cultura ese conocimiento que ponga en valor nuestro territorio. En charlas, excursiones, clases o tertulias con todo tipo de público se realiza esa labor didáctica de ver otra realidad y transmitir esa conectividad cultural desde los Pirineos hasta el palmeral de Elx. Una de esas relaciones de amistad y trasvase cultural se producía con el cronista oficial de Cullera y presidente del Centre Cullerenc de Cultura entre 1958 y 1964, Francesc Giner Perepérez.
Así, Miquel Tarradell pensaba que esa amistad con Francesc Giner Perepérez era clave para explicar el motivo de dedicarle una calle junto al antiguo resto arqueológico encontrado durante esos años.

Volvemos a es día de noviembre de 1961 donde se realiza el acto oficial de inauguración de la calle dedicada al doctor Tarradell. Resulta mejor leer la explicación de aquel acto relatada por el propio Miquel Tarradell:

Vaig anar-hi amb els dirigents de l’Aula Ausiàs March (Reglà, Dolç, Sanchis Guarner i Casp), que eren els únics invitats de fora. Jo els vaig dur amb l’auto. Abans de dinar vam fer la inauguració, que consistí en unes paraules de l’alcalde […]. La placa diu «Carrer del Doctor Tarradell», en català.
Després va haver-hi una petita traca […]. Érem casi la trentena […]. Amb molts discursos, tots amb
una gran empenta valenciana, amb allò que de les Alberes a Elx tots som un.

Lógicamente, algunos de los amigos y participantes en ese acto hacen mención en los pocos medios que disponen sobre el homenaje recibido por el profesor Tarradell. Uno de ellos es Joan Fuster, que en un artículo en la revista Destino destacaba el reconocimiento realizado desde Cullera a la figura de Miquel Tarradell, tanto por su labor científica como por su calidad humana y proyeccción social.

Sirva este artículo para recordar la figura de Miquel Tarradell y su relación con Cullera. También, para conocer un poco mejor el motivo de esa calle en la zona del Faro. Es un poco triste que a fecha de hoy siga sin existir ningún elemento que recuerde en la isla de los Pensamientos la presencia del yacimiento de la punta de l’Illa y la labor de los arqueólogos que consiguieron salvaguardar una parte importante de nuestra historia.

Bibliografía

Homenatge a Miquel Tarradell (1920-1995) en ocasió del centenari
del seu naixement. Institut d’Estudis Catalans. Barcelona 2021.

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