No era nada extraño enviar o recibir una postal turística a lo largo de la segunda mitad del siglo XX. Este soporte impreso postal forma parte de la memoria de muchos lugares y ha sido un buen ejemplo para conocer la evolución del paisaje, las costumbres sociales y todo aquello que se quería transmitir de un determinado lugar. Hoy hacemos un repaso a las postales turísticas de Cullera para conocer esa evolución producida a lo largo del tiempo.
La evolución de las postales turísticas
Las postales turísticas surgen a partir de la idea de un profesor de economía austríaco en 1869 que envió desde Perg hacía Kirchdorf lo que se considera la primera postal. De forma bastante rápida los impresores vieron las posibilidades de este soporte para incluir por una cara un mensaje corto y por la otra, una ilustración o una imagen. A partir de 1871, se empieza a regular su utilización en España y se data el primer envío en 1873.
A finales del siglo XIX, ya se enviaban cerca de un millón de postales en España. Pero, el boom de éstas llegaría acompañado del desarrollo del turismo en España en la segunda mitad del siglo XX. Alrededor de 100 millones de postales se imprimían cada año en España, siendo un soporte de comunicación que se podía encontrar en todo tipo de tiendas. Sencillo de exponer y muy fácil de usar por los turistas en una época totalmente analógica.
Con la llegada del turismo, las postales mostraban los monumentos y paisajes pero, también se crearon otras con otro tipo de detalles pintorescos de la zona. Desde un plato de comida hasta una plaza de toros, todo elemento social sirve para transmitir lo que se puede encontrar en este lugar.
Se crean postales con composiciones barrocas o fotomontajes donde se mezcla el paisaje con las costumbres locales. Algunas de ellas son un ejemplo Kitsch representativo de la España de los 60 y 70 del siglo XX. Todo sirve para transmitir la experiencia vacacional y serán los usuarios quienes elijan la postal que desean enviar y dar fe de que han estado en ese lugar.
La ventaja de la postal era la opción de poder enviar una imagen con un coste muy económico. En una época donde la fotografía analógica resultaba costosa y no estaba muy extendida, la posibilidad de enviar una imagen mediante una postal resultaba algo cómodo y de bajo coste con la ventaja de poder incorporar un breve mensaje escrito. Incluso, en ocasiones podía servir la imagen para marcar con una flecha cual era el hotel o apartamento donde te encontrabas alojado, como ocurre con esta postal de la Penyeta del Moro enviada por unos visitantes franceses.
Los collages de imágenes en las postales permiten transmitir todo lo que puede ofrecer ese destino turístico. En los inicios del turismo de sol y playa vemos como se muestran fotografías donde se combinan las playas abarrotadas junto a los apartamentos y algún monumento característico. Son años donde prima el desarrollismo y el cemento sobre otro tipo de paisajes.
En Cullera se difundirán en los años 60 y 70 del siglo XX principalmente sus diferentes zonas de playa y costa. A todo ello se unirán las torres de apartamentos y carreteras que transmiten que el espacio es accesible para los turistas. La modernidad son las nuevas construcciones y así se traslada en las postales turísticas.
La gran demanda de postales turísticas llevaran incluso a ampliar la oferta. Ya no solamente serán de paisajes o escenas costumbristas. Desde hoteles hasta edificios de apartamentos o restaurantes y discotecas tendrán su propia postal, que sirve para que el comprador pueda transmitir que ha estado en ese sitio.
Con la llegada de los años 80 del siglo XX se trasmiten otras sensaciones en las postales turísticas. Estar en primera línea de playa, mujeres en top-less y diversión tienen más importancia que las imágenes kitsch de paellas, toros y mujeres en trajes regionales. Se venden más escenas ibicencas cuando en realidad el destino es Cullera.
Cullera, bahía de los naranjos
A comienzos del siglo XX, las postales turísticas destacaban los recursos monumentales tradicionales de las localidades. En el caso de Cullera, el castillo y su casco histórico tienen todo el protagonismo como recurso típico del municipio.
Cuando se produce la irrupción del turismo de sol y playa, el recurso monumental del castillo será utilizado en menor medida por las postales turísticas. No tendrá la misma fuerza que antaño pero, se trata de un recurso que se puede apreciar en diferentes postales turísticas de Cullera.
En los inicios del desarrollo turístico se combina en las postales la nueva infraestructura hotelera y residencial junto al encanto tradicional de las villas. Hay un tipismo que los turistas quieren transmitir.
Así, en esta postal tipo collage aparece desde el Xúquer y al fondo el castillo, las casas tradicionales de la carretera del Faro, el nuevo hotel Sicania o el encanto chic del Oasis en la playa de San Antonio. Lo tradicional y la modernidad se mezclan en la postal junto al naming bien remarcado «Recuerdo de Cullera«.
Los hoteles y edificios de apartamentos tienen un fuerte protagonismo en las postales de los años 60. Es una forma de comunicar en la postal «estoy aquí al lado del mar». En esta postal de Cullera se ve el Apart-Hotel El Galeón y la calle Cabanyal con el mar al fondo.
Las postales turísticas de Cullera reflejan ese inicial desarrollo turístico en los años 60 del siglo XX en la zona de San Antonio. Un desarrollo primigenio donde los edificios turísticos de apartamentos y hoteles están todavía rodeados de huertos y campos de naranjas.
Sí hay un slogan propio de Cullera durante los años iniciales del desarrollo turístico es el de «Cullera, bahía de los naranjos«. Un slogan que reflejaba la realidad del entorno con una maravillosa bahía con toda una serie de campos de naranjos pegados a sus playas. En esta postal se ven las edificaciones de los apartamentos Santa Marta con los campos de naranjos que se extendían hasta la zona del Racó.
Una «bahía de los naranjos» donde poco a poco aparecen diferentes torres de apartamentos. En esta postal desde el Racó se ven los campos de naranjas junto a la playa y cada vez, más construcciones que se acercan a este entorno como se aprecia en el inicio de la obra del edificio de El Prado.
Otra señal propia de la modernidad de los años 80 es el paseo marítimo. La postal turística del paseo marítimo de Cullera es un valor del lugar como demostración de una contemporaneidad capaz de dominar el medio natural, donde a la vez se refleja la libertad con gente vestida o en bañador.
Otro de los paisajes reflejados en las postales turísticas de sol y playa durante la segunda mitad del siglo XX es el skyline. La presencia de rutilantes torres de apartamentos sobre una playa son algo llamativo que ayudan al visitante a poder transmitir que ha visitado un lugar diferente y moderno totalmente alejado de casas antiguas.
Poco a poco las construcciones de apartamentos cubren la quasi totalidad de la bahía. En esta postal turística de Cullera sobre los años 70 se muestra una bahía donde abundan las torres de apartamentos y los campos agrícolas son excepciones que acabarán siendo urbanizados en la siguiente década.
Playa de Cap Blanc
La playa de Cap Blanc, entre el recién construido hotel Sicania en uno de sus extremos y, en el otro, el chalet de la punta Negra, es otro de los recursos turísticos reflejado en las postales turísticas de Cullera.
En esta postal se puede observar a los bañistas en un día de verano en la playa de Cap Blanc. La postal debe ser de mitad de los años 60, ya que no se aprecia ninguna construcción en la isla de los Pensamientos que aparece al fondo.
Esta postal resulta muy interesante ya que refleja el cambio en el paisaje acontecido a comienzos de la década de los 70. Se aprecia que se acaba de construir la entrada de la urbanización de Cap Blanc con una carretera mejorada y sobre todo con el proyecto de gasolinera en la zona donde actualmente se encuentra el bar conocido como La Perla Negra. Son proyectos propios del desarrollismo de los años 60 y 70, siendo totalmente impensable en la actualidad que se pueda construir una gasolinera en un terreno de playa.
En esta postal turística podemos ver a comienzos de la década de los 70 el chalet de Punta Negra y la punta de su acantilado rocoso sobre el mar. A partir de 1975, con la construcción del espigón para un futuro puerto deportivo, esta zona litoral tendrá una grave transformación para dejar de ser un acantilado rocoso y convertirse en un roquedo sobre un espacio arenoso ganado al mar.
Playa de l’Illa – Playa de Los Olivos
Otra de las playas donde apreciamos su transformación en las postales turísticas es la conocida como playa de l’Illa o de Los Olivos.
En esta postal turística tan costumbrista realizada desde el chalet de la Punta Negra se ve la playa a mediados de los años 60. Se puede ver como se encuentra en fase de construcción el edificio Calablanca y una isla de los Pensamientos sin ninguna construcción. También se puede apreciar cómo el ancho de la playa no es superior a los 5 metros, situación bien diferente a la que ofrece en la actualidad.
Sobre todo las postales turísticas desean transmitir el ambiente de sol y playa en un día de verano. Aquí, vemos la playa de los Olivos sin ninguna construcción en la montaña y con el inicial hostal El Chalet, el restaurante El Marisquero y la discoteca Pulpo.
Una playa de los Olivos que toma su nombre del restaurante merendero que tenía dicho nombre. Aquí se ve el restaurante en la parte izquierda de la imagen con una playa donde destacaban el edificio Bahía y el l’Illa.
Como se puede ver en la siguiente postal turística, el paisaje cambiará de forma radical con la edificación de los tres bloques de apartamentos en la isla de los Pensamientos.
En esta postal de la primera mitad de los años 60 vemos cómo el ancho de la playa es mayor justo delante del snack bar l’Illa donde actualmente se ubica el Gallego’s Bar. Si nos fijamos en detalle en la playa, vemos en la orilla una presencia importante de algas muertas que tan temido efecto provocaba en las playas desde los años 60 hasta los 90. Como se ha comprobado posteriormente que eran producto de la contaminación del mar y la muerte de estas especies vegetales acuáticas.
Como testigos del paso del tiempo, las postales turísticas nos permiten ver la transformación que se produce del paisaje. En esta postal de finales de los 70 del siglo XX vemos la construcción del espigón para el puerto deportivo en la punta negra. Esta construcción significará un cambio radical en la geomorfología de las playas de esta zona incluso después de su eliminación. En la postal ya se puede ver la acumulación de arenas que se produce al inicio del espigón y la erosión que se da en el extremo de la playa.
Lo que resultaba importante era transmitir las bonanzas del veraneo. En los años 80 del siglo XX las postales ya reflejan esa libertad mostrando planos mas cercanos de los bañistas, las embarcaciones acuáticas y el entorno residencial de apartamentos.
Playa del Faro
La conocida playa del Faro es otro de los espacios donde vemos su transformación a través de las postales turísticas. En esta postal turística divisamos en uno de los lados de la playa el merendero Benavent y al otro lado de la carretera el Hotel Mar y Sol. También, podemos apreciar cómo se intercalan los nuevos edificios entre las iniciales casas de veraneo.
Esta postal turística es muy interesante ya que muestra uno de los lados de la playa del Faro con las nuevas edificaciones y en un primer término el edificio Calablanca en fase de construcción. También se puede ver el conjunto de huertas del barranco que formaba la playa del Faro.
En esta otra postal ya vemos el edificio Calablanca construido junto al chalet de la familia López en la playa del Faro. Se puede apreciar con más detalle el barranco y al fondo el caserío antiguo del Faro con su serpenteante carretera
En esta siguiente postal turística podemos ver en más detalle los acantilados hacía el Faro, el chalet de la familia López y el edificio Calablanca. La postal turística debe ser sobre la mitad de la década de los 70, pues se observa que el barranco ha sido ocupado por la depuradora de aguas residuales.
Las postales turísticas de los años 60 y 70 del siglo XX son una joya para ir apreciando los cambios del paisaje. En lo que actualmente es la plaza de Faromar vemos como se encontraba el hotel Mar y Sol y los nuevos edificios de apartamentos que se situaban junto a la carretera,
En esta postal turística tomada años después en el mismo plano vemos diferentes cambios. Se trata de un día de verano con gran bullicio de autobuses y vehículos en la carretera. Sí nos fijamos en los autobuses vemos el autobús de color azul de la compañía Iberbus que hacía la línea de conexión entre Valencia y el faro de Cullera. También podemos ver como todavía no se había construido el hotel l’Escala y se mantenía el hotel Mar y Sol. Sí nos fijamos podemos apreciar en la esquina derecha ya construidas algunas de las carreteras de la montaña pertenecientes a la urbanización del Faro del Mediterráneo.
En esta otra postal turística de comienzos de los años 70 vemos la calle Marques de la Romana plagada de autobuses y vehículos en un día de verano. Son años donde el automóvil es otro símbolo de modernidad que permite la movilidad a cualquier sitio y donde su ocupación del espacio no está regulada como ocurre actualmente.
Isla de los Pensamientos
Mediante las postales turísticas vemos el cambio experimentado por la isla de los Pensamientos. Ya la isla se encontraba unida a la costa y con diferentes edificaciones de casas de veraneo. En esta vista podemos ver en la postal turística de la playa del Faro que no hay ninguna construcción sobre el roquedo de la antigua isla.
A mediados de los años 60 se comenzaran a sustituir las casas de veraneo existentes en el istmo por edificios de apartamentos. También en esta postal turística podemos ver el chalet de la familia López que presidia desde el roquedo del acantilado a la playa del Faro.
En esta postal podemos ver como se ha iniciado la construcción del edificio Orión en la isla de los Pensamientos. Hay algo inquietante en la postal donde incluso le acerca al neorrealismo. Un edificio en construcción con un aspecto fantasmagórico, unos colores fríos alejados del verano, un hombre vestido mirando hacía el horizonte y una playa solitaria. Más invita la postal a la meditación que al optimismo vacacional.
Hay postales turísticas que tienen una fuerza comunicativa muy potente. En su momento, la imagen de un poderoso edificio como el Orión sobre un acantilado costero simbolizaba poder y desarrollo económico de un país que abandonaba una imagen de pueblo atrasado de casas de barro y caminos de tierra. Hoy en día vemos esta postal y es un claro ejemplo de la arquitectura brutalista del siglo XX o incluso se puede llegar a pensar que es un ejemplo de colonización más allá del planeta.
La transformación del paisaje de la isla de los Pensamientos que nos ofrecen las postales turísticas se puede apreciar como el edificio Orion es su primera construcción. Sí nos fijamos en esta postal turística se puede ver como la piscina de dicha urbanización se encontraba en ese momento en fase de construcción.
Las postales turísticas cuando tienen una perspectiva aérea permite ver detalles interesantes. En estas postales de la isla de los Pensamientos donde se ve el edificio Orión se aprecia la urbanización de la isla con sus nuevos viales y la plataforma donde posteriormente se construyo el edificio Estrella Polar.
En esta otra postal turística realizada desde la cala del Faro se ven ya todos los edificios construidos en el istmo entre la antigua isla y la costa con el edificio Orión como único elemento construido sobre el roquedo.
En esa evolución del paisaje vemos esta postal de comienzos de los años 70 tomada desde las carreteras de la montaña. Aquí, vemos en la isla de los Pensamientos los edificios Orión y Estrella Polar. Faltara todavía la construcción del edificio Cruz del Sur en el extremo oeste de la antigua isla.
Las postales turísticas de la década de los 70 irradian la modernidad por la urbanización del espacio físico. En esta postal turística se destacaba la presencia de edificaciones en el istmo y la isla de los Pensamientos así como el conjunto de nuevas carreteras recién asfaltadas en la zona de la montaña.
El Faro y sus acantilados
Lógicamente el faro de Cullera es otro de los recursos turísticos que aparece en las postales turísticas de Cullera en sus diferentes épocas. Tanto por su construcción como por su ubicación, el faro es un elemento que despierta el interés entre los visitantes y por tanto, se crearan postales turísticas con su presencia.
Así no será extraño encontrar en diferentes años la postal turística de un día de verano con el faro y el mar a su alrededor. Todavía es una carretera de acceso al faro con poco tráfico y donde se puede aparcar los vehículos en uno de sus lados. También todavía no se habrá modificado para incluir el paseo peatonal que permite circular desde el caserío del faro hasta la zona del Dosser.
Los acantilados del faro de Cullera y las tímidas construcciones que se estaban realizando en la montaña durante los años 60 es otra de las vistas que se realizan en las postales turísticas.
La modernidad de las postales turísticas de los años 70 es la urbanización del espacio natural. Se trata de la conquista del medio donde los bloques de hormigón se edifican sobre los acantilados con una carretera en su borde mientras la playa y el mar discurren al fondo. Hay otra curiosidad en la postal turística y es la cantidad de arena acumulada en la playa del Dosser, Situación bien diferente a la actual donde hay una erosión fuerte en esta zona de playas de Cullera.
Bonus Track
En los tiempos actuales donde la digitalización es total y la inmediatez una costumbre, las postales turísticas han perdido gran parte de su utilidad. Comunicar a un ser querido la presencia en un determinado lugar se realiza de forma inmediata por un WhatsApp, una publicación en Instagram o una videollamada. Solamente un espíritu romántico y vintage puede provocar encontrar una postal, comprar un sello y buscar un buzón para que se produzca el envío. Únicamente sobreviven las postales turísticas entre coleccionistas con un afán de recordar ese pasado perdido.
Ahora bien ¿existen actualmente postales turísticas que reflejen el momento actual? Pues sí y al realizar una búsqueda por Internet podemos encontrar que hay empresas que todavía imprimen postales que muestran este momento pero, que tal vez dentro de unos años también se vea transformado.
Agradecimientos
Gracias a Victor Chiner por hacerme llegar una gran cantidad de las postales turísticas que se ofrecen en esta publicación. También a Mónica Espílez por algunas de las postales de la isla de los Pensamientos. Gracias a ese aporte, se ha despertado el interés de crear estos textos recordando a las postales turísticas.
Esta publicación se ha realizado gracias a nuestros Mecenas.
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