Hoy os acercamos el Museo del Arroz de Cullera. Tanto por su contenido como por el enclave donde se encuentra, se trata de una visita interesante para conocer el cultivo y la cultura del arroz. Visitando el museo podemos contemplar los arrozales de la zona norte de Cullera y su área colindante del municipio de Sueca.

El Museo del Arroz de Cullera se encuentra situado en la ermita dels Sants de la Pedra, San Abdon y San Senént, patronos dedicados a la protección de las cosechas de los agricultores. En la ermita se ubica el museo del arroz y, desde el pequeño roquedo en el que se alza, contemplaremos una maravillosa vista sobre los arrozales existentes en el sur de l’Albufera de Valencia.

Para acceder al Museo del Arroz, tenemos que acudir a la zona norte del municipio de Cullera y de su montaña de les Raboses. Si accedemos en vehículo hay que ir por la carretera Valencia-Cullera y en el kilómetro 33, junto al parque acuático Aquapolis, se encuentra el camino que nos lleva al promontorio donde se ubica el Museo.

La ermita dels Sants de la Pedra fue creada en el siglo XVIII. Se trata de un sencillo edificio de una planta que fue rehabilitado y ampliado con la anexión de la antigua casa del ermitaño.

Acceso

Al llegar al kilómetro 33 de la carretera , hay un camino señalizado que nos lleva al Museo del Arroz. Nada más acceder al camino hay una pequeña zona de aparcamiento donde es aconsejable dejar el vehículo. También, hay un área de picnic y unos paneles informativos para conocer el entorno de la ermita y los arrozales que nos rodean.

La ermita dels Sants de la Pedra se encuentra en un pequeño roquedo entre los arrozales. La pendiente de acceso es comparable a subir un edificio de seis plantas. Por tanto, no se puede acceder en vehículo motorizado, ya que el camino tiene una pendiente bastante pronunciada. Una vez recuperado el aliento en la cima, contemplamos todos los arrozales del norte de Cullera que forman parte del entorno del parque natural de l’Albufera. A lo lejos podemos divisar los arrozales y caminos que se extienden hasta Sueca así como toda la zona de costa que separa el lago y los arrozales del entorno marino.

Otro de los aspectos interesantes de la visita es poder apreciar los cambios en el entorno del paisaje del arrozal a lo largo del año. El invierno y la primavera en la que el arrozal se encuentra inundado por una lámina de agua da paso a un verano donde el verde intenso de la planta convierte todo el entorno en una inmensa pradera. El calor del verano poco a poco transforma el verde en tonos más pálidos y ocres que nos anuncian la siega en septiembre. Será en otoño cuando se invada de una tonalidad ocre a lo largo de un paisaje casi infinito. Y, otra vez, vuelve a empezar.

Interior del Museo

Una vez en el interior de la ermita podemos conocer los procesos del cultivo tradicional del arroz. El museo tiene un interés etnográfico, ya que podemos descubrir las técnicas de cultivo tradicional del arroz, así como los aperos antiguos utilizados para su plantación y siega.

Lógicamente, el arroz formaba parte de la dieta de los cultivadores. Así, se puede apreciar una antigua cocina y los utensilios utilizados para preparar diferentes recetas de arroz. Otro de los espacios del museo nos permite conocer las variedades de arroz que se cultivan en la zona de Valencia.

Es interesante descubrir los sistemas utilizados para la siega tradicional en la que había un trabajo arduo durante el proceso de recolección. En el museo también se exhibe la vestimenta utilizada por los agricultores y los utensilios que acompañaban las largas horas de trabajo en el campo. El contenido del museo queda reflejado en paneles e imágenes que nos ayudan a comprender mejor el trabajo que se realizaba en los arrozales, el paisaje de nuestro alrededor y toda su transformación desarrollada en los últimos años.

Romería hacia la ermita

El día 30 de Julio se celebra una romería hacía la ermita de los santos patrones acompañada de una misa donde se pide la protección para tener una buena cosecha de arroz.

Tanto si se puede visitar el interior del museo como si solo se contempla desde su exterior, es un lugar muy recomendable porque sus vistas sobre el arrozal nos permiten disfrutar de una panorámica perfecta de este paisaje.

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