La Casa Toscana

El nombre de Casa Toscana puede ser que no nos indique nada. Tampoco su dirección postal en la calle Mestre Rodrigo nº 2 de la pedanía del Faro de Cullera. Pero, su imagen no pasa desapercibida para nadie y es una referencia del paisaje construido en la carretera que comunica Cullera con el faro.

Casa Toscana, 2024.

Características

La casa Toscana está ubicada sobre el roquedo de la montaña de Cullera recayente a la zona de la playa de Los Olivos, en uno de los lados de la carretera CV-503.

Se trata de una edificación en una planta sobre una parcela de 672 m2 con una superficie construida de 168 m2, de los cuales se destinan a vivienda alrededor de 100 m2, y el resto se reparte entre almacenes y plaza de aparcamiento.

En concreto, figura en el catastro que la parcela consta de 3 almacenes y una plaza de aparcamiento. En lo referente al parking, se encuentra a pie de calle mientras que los almacenes son visibles desde la vista cenital y trasera de la casa.

En la vista trasera, desde las carreteras existentes en la montaña, la techumbre de uno de estos almacenes nos hace pensar que fue un añadido realizado en la parcela. Igualmente, llama la atención desde esta perspectiva, la presencia de una chimenea que resulta difícil de ver, actualmente, desde su frontis.

Vista trasera de la Casa Toscana. 2024.

Sí accedemos a la vista cenital, es posible apreciar esos almacenes añadidos en la parcela alrededor de la parte trasera de la casa.

Vista cenital de la Casa Toscana. Fuente: Google Maps.

Según la información del catastro, la fecha de construcción del inmueble es de 1970 pero, como podemos ver en otro apartado de este artículo, se trata de un error.

Desde su visionado exterior, la casa ha tenido pocas transformaciones. Una de ellas, visible desde fuera del inmueble, es la renovación de la escalera exterior donde fueron sustituidas las barandillas y protecciones de madera por una combinación de aluminio y vidrio.

Pero ¿Por qué nos llama la atención la Casa Toscana? Puede ser por su fisonomía de pilares de acero insertados en la roca que sostienen en el aire los planos rectos de la vivienda y su tejado. Imponente se alza la casa sobre el roquedo y frente a la costa. No hay elementos constructivos superfluos, no hay adornos. Menos es más. Se cumplen todos los principios de la arquitectura moderna racionalista del siglo XX. La huella de Mies van der Rohe se encuentra presente.

Vista frontal de la Casa Toscana. 2024.

Las influencias de la arquitectura racionalista

Entre 1925 y 1965 se produce una renovación dentro de la arquitectura con la irrupción del movimiento moderno, también conocido como racionalismo. Su impacto a nivel mundial proviene de arquitectos como Le Corbusier, Walter Gropius, Mies van der Rohe, Philip Johnson, Alvar Aalto, Oscar Niemeyer o Josep Lluis Sert.

Casa Farnsworth de Mies van der Rohe. 1946. Fuente Victor Grigas. Wikipedia.

Una de las características de este movimiento moderno es una arquitectura de líneas sencillas, funcionales, con geometrías simples. Unas construcciones donde se utilizan materiales industriales como el acero, hormigón o el vidrio. Es una arquitectura con una estrecha relación con los adelantos tecnológicos y la producción industrial, siguiendo las influencias de la Bauhaus. En lo referente a su lenguaje constructivo, se defiende el uso de la planta libre y fachadas libres con una proyección hacia fuera de la construcción donde la funcionalidad es uno de sus principios.

Villa Tugendhat de Mies Van der Rohe. 1929. Fuente: ArquitecturayEmpresa

Todas estas características arquitectónicas del movimiento moderno se pueden ver en la casa Toscana. La presencia del acero destaca de forma predominante con los pilares que sostienen a la vivienda. Esa misma elevación del inmueble sobre la montaña es otro de los principios de este movimiento de renovación arquitectónica. El piso de la vivienda combina el espacio cerrado junto al espacio abierto de la terraza cubierta con claras similitudes a las casas de referencia de este movimiento, como la Casa Farnsworth. El plano inferior y la cubierta plana de hormigón armado forman un conjunto de líneas rectas funcionales que cierran los grandes ventanales de vidrio orientados hacía la playa. Todo ello hace que la Casa Toscana sea una construcción relacionada con el movimiento moderno siendo diferente a las construidas en la misma época, donde abundan las construcciones de ladrillos y teja con cubiertas a dos aguas. Actualmente, sigue llamando la atención la Casa Toscana y es por el hecho de formar parte de un estilo que sigue destacando con el paso del tiempo.

¿Cuándo fue construida?

En los datos del catastro aparece que la casa Toscana fue construida en 1970 pero, consideramos que se trata de un error o, que en realidad, esta fecha corresponde a la de su inscripción.

Analizando las primeras fotografías aéreas de la zona y de forma concreta la serie B del vuelo americano de 1956-1957 podemos comprobar que en ese momento no estaba construida ni tampoco iniciadas las obras.

Fotografía aérea del vuelo americano serie B. 1957.

En otra fotografía aérea realizada unos pocos años después, sobre 1959, sí que podemos apreciar que se habían iniciado las obras de construcción de la casa Toscana. En concreto, se ve cómo estaban edificadas las vigas y los planos inferior y superior pero, sin estar terminada la construcción de la vivienda.

Fotografía aérea alrededor de 1959 con la Casa Toscana en fase de construcción.

La fotografía muestra de forma clara que la Casa Toscana se estaba construyendo cuando todavía no se había edificado ninguna torre de apartamentos en la zona del istmo de la isla de los Pensamientos. En aquel momento, ese entorno se encontraba urbanizado únicamente con viviendas de una o dos plantas.

En una serie de fotografías aportadas por Pilar Barreno vamos a poder establecer el año de construcción. La primera de ellas fue realizada sobre el año 1962 y se puede apreciar al fondo de la imagen, que la Casa Toscana ya se encuentra totalmente construida. No se observan en esta fotografía los edificios de la calle Mestre Chornet y únicamente aparecen dos chalets al borde de la playa de l’Illa .

Al fondo la Casa Toscana construida. Año 1962. Aportación: Pilar Barreno.

Otra de las fotografías aportadas por Pilar Barreno fue tomada alrededor del año 1963. Aquí vemos al fondo la Casa Toscana y, en segundo plano, ya apreciamos el inicio de la construcción del edificio Mar y Sol.

Casa Toscana construida y en sus inicios el edificio Mar y Sol. Año 1963. Aportación: Pilar Barreno.

En otra de las fotografías aéreas de principios de los años 60 divisamos la Casa Toscana totalmente construida y destacando de forma predominante sobre la costa pero, ya con nuevas construcciones que se empiezan a erigir en esta zona. Observamos que los edificios Mar y Sol de la calle Mestre Chornet se encuentran en pleno proceso de construcción. Y, también vemos en la zona del istmo cómo otros edificios se están levantado. Es el caso de los edificios de L’Illa, Mar y Luz y La Rapita. Son construcciones cuyas fechas en el catastro son diferentes: Mar y Sol (1967), Mar y Luz (1965), La Rápita (1964) y L’Illa (1967). Por tanto, se trata de una fotografía aérea realizada entre 1963 y 1964.

Fotografía aérea de la isla de los Pensamientos y el istmo con la Casa Toscana. Principios años 60 siglo XX.

En la última de las fotografías aportadas por Pilar Barreno, realizada en torno al año 1964, vemos la Casa Toscana con el edificio Mar y Sol ya finalizado. Es interesante observar que se inicia la construcción del edificio Concha de Oro y que el hostal El Chalet ya se encuentra terminado.

Fondo con la Casa Toscana construida y edificio Mar y Sol finalizado. 1964. Aportación: Pilar Barreno

Teniendo en cuenta este conjunto de fotografías y recuerdos es posible establecer que la Casa Toscana fue construida entre 1958 y 1961, con anterioridad a la fecha de 1970 indicada en el catastro. Todo ello da más valor a esta casa, ya que se trata de una construcción innovadora a su tiempo y la convierte en una de las primeras referencias de este tipo de arquitectura.

¿Arquitecto y propietarios de la Casa Toscana?

En este momento que escribimos el post no hemos conseguido obtener la información sobre quién fue el arquitecto de la Casa Toscana. Es una tarea que tenemos pendiente de resolver y también animamos a cualquier usuario que tenga algo de información que se ponga en contacto con esta página para poder ensalzar su figura.

Desconocemos quiénes eran los propietarios que impulsaron esta vivienda, así como quiénes son los propietarios actuales de la Casa Toscana.

Sí que sabemos algo de los propietarios de la vivienda hacía finales de los años 70 y durante los 80 del siglo XX. Durante esos años, la Casa Toscana pertenecía a los propietarios de la empresa Muñecas Layna. La fábrica de muñecas se encontraba radicada en Valencia y realizaba una producción industrial-artesanal de muñecas con una base de fieltro, siendo dicho material el elemento diferenciador frente a otras marcas. Hay constancia de la elaboración de muñecas Layna desde la década de los años 30, siendo los años 50 y 60 del siglo XX cuando la marca se encuentra en su momento de esplendor.

Epílogo

Desconocemos si estas construcciones residenciales tienen establecido algún tipo de protección urbanística que asegure su conservación. Hay ejemplos pasados en donde han desaparecido edificaciones para ser sustituidas por anodinas construcciones. El dinero ha tenido la culpa pero, también la inexistencia de una protección urbana hacía determinados edificios. Hay construcciones como Casa Toscana que merecen una protección, pero también otras realizadas por arquitectos reconocidos como Francisco Javier Goerlich o Juan Francisco Guardiola en el municipio de Cullera. Sirva este artículo para reclamar a las autoridades municipales la importancia de proteger su espacio arquitectónico y respetar la conservación de determinados inmuebles que sirven para recordar lo que somos.


Agradecimientos

Este artículo se ha elaborado gracias a la colaboración de dos lectores. Por una parte, las fotografías de Pilar Barreno nos han permitido establecer los años de construcción de la Casa Toscana. Por otra, Raul Espilez nos despertó un mayor interés por esta peculiar vivienda y las contradicciones con el catastro y los edificios cercanos. A los dos, muchas gracias.


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