Los acantilados del cabo de Cullera es la única presencia de este elemento rocoso marítimo en la costa de la provincia de Valencia. Su presencia en el golfo de Valencia le confiere ser un elemento sui generis y claramente diferente en un entorno predominante de arenales. A esa salvedad, se une el hecho de contener una microrreserva de flora, protegida por la legislación ambiental, y que proporciona al entorno un valor que en muchas ocasiones no se tiene en cuenta. En este artículo, repasamos las características de esta microrreserva de flora y la protección que tiene dentro de este espacio tan urbanizado.

La microrreserva de flora del Cap de Cullera se encuentra en los acantilados del mismo nombre. Su tipología ya nos indica que se trata de un espacio reducido. Tal y como establece la Generalitat Valenciana, una microrreserva es una zona de menos de 20 hectáreas de extensión siendo la misma declarada por la Conselleria de Medio Ambiente con el objetivo de favorecer la conservación de las especies botánicas raras, endémicas o amenazadas.
Así ocurre con la microrreserva del Cap de Cullera ya que consta de apenas 0,21 hectáreas con una pequeña elevación entre los 5 y los 15 metros de altura. Se trata de un espacio protegido dentro de la Red Natura con la referencia LIC Cap de Cullera (ES52322010). Siendo una zona de acantilados costeros tan próximos al mar, se tratan como espacios de dominio público marítimo terrestre. Dicha situación supone que sea una zona que se encuentra bajo la jurisdicción de la dirección de Costas perteneciente al gobierno de España.
En el mapa donde se establece el espacio de protección de la microrreserva vemos que la misma se encuentra adyacente al propio faro de Cullera en su cara norte. La zona en cuestión se extiende paralela entre la misma costa y la carretera CV-503.
¿Cuál es el motivo para que este espacio tenga ese nivel de protección? Se constata la presencia de una flora endémica que necesita una protección máxima ya que no hay otros ejemplares en ninguna otra parte del mundo. El elemento más destacado es el Limonium dufouri pero, también tienen protección la Desmazeria marina, Lotus creticus subsp cytisoides, Parapholis incurva, Scilla obtusifolia, Sedum sediforme, Sporobolus pungens y Urginea undulata subsp. caeculi.
La especie más importante por su carácter endémico es el Limoniu dufourii conocida también como Ensopeguera peluda en castellano o Ensopeguera de Dufour en valenciano. Se caracteriza por ser una hierba perenne con una altura de alrededor de 50 centímetros. Como algunos de sus nombres lo indican, se caracteriza por tener unas ramas peludas coronadas en algunos casos por unas espigas donde se muestran sus flores de color azul violaceo.
El Limonium dufourii se caracteriza por una floración durante los meses de mayo, junio, julio y agosto. La fructificación se produce en el período entre junio y octubre.
La microrreserva protege al máximo un área de tamaño reducido donde hay una mayor concentración de las especies protegidas. Lógicamente, podemos encontrar otros ejemplares en los espacios adyacentes de los acantilados del faro de Cullera ya que la diseminación de las semillas y su adaptación a este entorno permite la presencia de la flora.
A la hora de visitar este entorno, hay diferentes sendas que permiten recorrer la zona así como un vallado que protege no invadir determinadas comunidades florales.
La importancia de estos espacios medioambientales se encuentra establecido desde hace tiempo. El primer plan de gestión fue establecido en la Orden del 4 de mayo de 1999 de la Conselleria de Medio Ambiente donde se establecen las 33 microrreservas vegetales de la provincia de Valencia (DOGV 3505). Posteriormente, veremos que este plan de gestión ha sido sustituido en 2025 por un decreto ley especifico para el tratamiento de las Zonas de Especial Conservación (ZEC) como son los acantilados costeros. En el plan de gestión de 1999 se establecían las siguientes medidas de conservación:
- Colocación de carteles informativos con recomendaciones
- Censo y seguimiento periódico de la población de Limonium dufourii.
- Recolección de semillas de Limonium dufourii y depósito en banco de germoplasma.
- Retirada periódica de basuras y adecuación de las sendas alrededor del faro de Cullera.
- Eliminación de especies exóticas que crecen en este hábitat
- Instalación de un vallado de madera que pretende limitar el acceso de las personas a las zonas donde crece Limonium dufourii
Se destacaban como limitaciones de uso la posible regularización del espacio por el impacto de los viandantes. En dicho caso se regularizarían las visitas dando prioridad las de carácter científico, cultural o didáctico.
En el apartado sexto se indicaban medidas para evitar el pisoteo de estas zonas y para ello se indica la conveniencia de que no se salgan de las sendas o caminos existentes.
La protección de esta zona aparece también reflejada en el Plan de Acción Territorial de la Comunidad Valenciana (PATIVEL) dentro de su Catálogo de Playas. El Tramo 86 de la Ficha 2 de Cullera corresponde al espacio comprendido desde los acantilados del Faro hasta la playa de Cap Blanc donde aparece marcada la especial protección que tiene la microreserva.
A comienzos del 2025, la Generalitat Valenciana publicaba un nuevo decreto para el tratamiento especial de los acantilados costeros de la Comunitat Valenciana, Se trata del decreto 8/2025, de 21 de enero, por el que se declaran como zonas especiales de conservación los lugares de importancia comunitaria litoral. Uno de estos espacios es el Cap de Cullera (ES5232010).
La nueva normativa pasa de ser una orden autonómica a un decreto autonómico teniendo en cuenta la normativa europea y estatal. Se sustituyen las microrreservas vegetales por áreas marítimo-terrestres amplias (Lugares de Importancia Comunitaria costeros). También la protección no es únicamente de la flora endémica amenazada sino que se extiende a los hábitats naturales y especies, tanto flora como fauna costera. A nivel de gestión se sustituyen los planes de gestión por una norma de gestión integral acompañada de una vigencia indefinida.
Otra de las novedades de este decreto es la incorporación de las zonas periféricas a las propias ZEC. Perfectamente entendible ya que en el caso del Cap de Cullera tiene todo el sentido proteger también los acantilados en su parte norte hasta la playa del Dosser como hacía el sur hasta la playa del Faro, Además como hemos visto en algunas de las fotografías de las especies protegidas, las mismas también están en las proximidades de la ZEC.
Ahora bien, la protección medioambiental aparece acompañada de restricciones de los usos en dichas áreas. Y uno de los usos perjudicados está relacionado con las actividades recreativas y turísticas con un especial detalle en el uso y mantenimiento de los accesos a las actividades consolidadas de cultura, turismo y ocio. Uno de los lugares apercibidos es la Cova del Dragut, tal y como indicaba la noticia publicada por Levante-EMV. Sí descendemos al detalle de la cartografía se puede ver que el acceso a esta atracción cultural no se encuentra incluido dentro de la zona periférica además de que por sus características al estar totalmente urbanizado, no tiene sentido pensar sea contraproducente a las especies existentes en esa zona.
Es importante realizar una protección de nuestro entorno medioambiental. Se trata de una garantía para poder proteger y salvaguardar espacios naturales frente a una presión urbanística que en zonas litorales son muy fuertes. Resulta importante buscar modelos en donde usos anteriores y que no supongan alteraciones medioambientales presentes y futuras puedan coexistir ya que las mismas se refuerzan en la valoración del espacio , tanto por residentes como por visitantes.
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