El Grupo para el Estudio y la Conservación de la Bahía de Cullera (Grebacu) y el Ayuntamiento de Cullera impulsan la protección de la bahía en una reserva marina y arqueológica. Se trata de un primer paso para el desarrollo de un proyecto con la intervención del Ayuntamiento, pescadores deportivos, clubs de submarinismo y la cofradía de pescadores para presentar la iniciativa a la Conselleria de Medio Ambiente para que establezca la protección de la zona.
Se plantea la reserva marina y arqueológica de la bahía de Cullera para realizar una protección natural del entorno y conseguir que las actividades de pesca deportiva y no profesional mantengan la biodiversidad del entorno marino. Los restos arqueológicos existentes en la bahía de Cullera son otro motivo para solicitar esa protección. Los últimos hallazgos de piezas arqueológicas de época romana plantean la conveniencia de proteger el espacio.
En los últimos años, se realizan inmersiones por parte de los clubs de submarinismo de Cullera para la limpieza del fondo marino. Es lamentable el poco respeto que se tiene por el espacio natural marino y la cantidad de basura que es depositada por el ser humano. Mobiliario, plástico y baterías de coche forman parte de los desperdicios recuperados del fondo del mar. En la jornada realizada en Octubre de 2016, alrededor de 70 buzos participaron en la jornada de limpieza en la zona de la Penyeta del Moro y los acantilados del Faro.
El proyecto de reserva marina y arqueológica de la bahía de Cullera también plantea la conveniencia de establecer rutas para la practica del submarinismo y del snorkell. En este video del Club de Buceo Delfín se puede ver la riqueza del fondo marino y el tipo de fauna que nos podemos encontrar:
Otra de las medidas es la protección de los bienes arqueológicos submarinos de la bahía de Cullera con la designación de Bien de Interés Cultural Subacuático. Dicha medida quiere proteger los restos existentes en el fondo marino y delimitar zonas para el fondeo en las zonas de Pedra del Cavallo, Penyeta del Moro y Penya Roja. En el 2016, los submarinistas del Club Delfín y el servicio de arqueología del Ayuntamiento de Cullera recuperaron un cepo ancla utilizado por una embarcación de época romana. La historia de la bahía de Cullera y su importancia como fondeadero para embarcaciones nos indica que en su fondo marino hay otros recursos arqueológicos por recuperar.
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